Síndrome
de Williams y COVID-19
No existe
información específica que refiera un mayor riesgo de infección o
complicaciones derivadas de la infección por coronavirus en las personas con
síndrome de Williams. Aunque hay muchos aspectos poco conocidos de la
enfermedad, tenemos claro que esta puede desarrollar tres fases, una primera de
infección o catarral, en general leve, y que se considera una fase
especialmente contagiosa (aunque previamente a esta fase la enfermedad puede
ser transmisible); una segunda fase pulmonar con afectación variable desde una
neumonía a un grave distrés respiratorio; y una fase tercera de tormenta
inflamatoria con afectación de múltiples órganos.
Aunque el
riesgo de infección es igual que para otras personas, el riesgo de contacto
estrecho es mayor, por lo que deben
extremarse los posibles contactos. Por otro lado, para aquellas personas
de cualquier edad con hipertensión arterial significativa o con problemas de
corazón, independientemente si tiene o no síndrome de Williams, puede existir
un mayor riesgo si contraen la enfermedad y ésta progresa hacia un estadio 2 ó
3.
El uso de
antihipertensivos del tipo inhibidores del enzima convertidor de
angiotensina (IECAs) o antagonistas del
receptor de angiotensina-ARA, como son el enlapril, captoril, candesartan entre
otros, no está contraindicado. Aunque en
los primeros meses de este año se postuló que las personas con estos
tratamientos tenían mayor riesgo de contraer el virus, esto no se ha demostrado,
incluso ya se habla de un posible efecto protector frente a complicaciones del
virus. La Sociedad Española de
Cardiología emitió un comunicado oficial el pasado 13 de marzo de 2020 en el
que dice taxativamente que “No hay evidencia clínica ni científica para
suspender tratamientos de IECA y ARA debido a la infección por COVID-19”.
Por otro lado,
al igual que otros, las personas con síndrome de Williams y sus familias sois
un colectivo especialmente vulnerable, y probablemente estáis viviendo las
medidas de confinamiento con gran incertidumbre. Con la práctica totalidad de
los centros y servicios de atención cerrados, las rutinas y apoyos se han visto
interrumpidos de forma abrupta. Aunque muchas entidades están reaccionando,
tratando de reorientar los apoyos profesionales hacia modalidades de atención
domiciliaria, miles de familias confinadas en su casa, reclaman entre otras
cosas poder realizar salidas terapéuticas con garantías.
En el momento
actual de desconfinamiento deben tomarse las precauciones que nos vayan
indicando las autoridades sanitarias, pero lógicamente evitando el contacto
social estrecho, salvo con los convivientes. Este podría ser un buen momento
para trabajar en alternativas a los abrazos y contacto estrecho que tanto
gustan a los niños con síndrome de Williams. Debemos informar y hacer que las
personas con síndrome de Williams, sus familiares, profesionales puedan estar
en contacto durante esta crisis.
Fdo. Domingo González-Lamuño
Profesor Titular de Pediatría
Santander, 28 de abril de 2020